"La escuela se llama 'Centro de Apoyo Escolar Divino Niño Jesús', construimos hace 5 años con la colaboración de mucha gente, hace un año que agrandamos con un tinglado para un comedor, mi mamá doña Felipa Rivarola es quien cocina para todos, la forma de solventar los gastos es con sorteos, hamburgueseadas y otras actividades", comenzó relatando el profesor Roberto Rojas, que enseña a 25 niños, turno mañana y tarde sin percibir ningún salario.
La "escuelita", como nombran cariñosamente los pequeños, no figura en Ministerio de Educación, pero ya presentaron el proyecto al Ministro esperando ser tomados en cuenta para legalizar como corresponde. Allí asisten a diario 25 niños, 4 de ellos con discapacidad, quienes también reciben fisioterapia cada 15 días gracias al apoyo del Instituto San Patricio, mediante la Lic. Adelaida Cantero, que se conmovió al ver en las redes sociales esta lucha y viene con su equipo desde Santaní. El comedor, que lleva por nombre ''Juan de Dios" en honor al finado padre del docente, quien dio la idea, es apenas un tinglado y cada vez que llueve, los niños se mojan, necesita una pared con urgencia.
"Necesitamos un ventilador para la escuela, con el sofocante calor, mis alumnos se sienten afectados, además nos urge completar la pared al comedor, y no contamos con esa posibilidad", expresó apenado el maestro, que más que un instructor es un amigo y como un padre para los pequeños. Comentó que para el almuerzo, reciben donaciones de la gente de buen corazón más un aporte de la Municipalidad para la carne.
Dentro de toda esta precariedad, también funciona un elenco denominado "Mainumby Jeroky", que es para niños de recursos limitados que desean bailar. Para sustentar el ballet, también se realizan actividades y con aportes de la gente que desde que conocieron este maravilloso trabajo, apoyan incondicionalmente.
Los niños con discapacidad, se movilizan mediante sillas de rueda, el profesor Rojas, se encarga de transportarlos desde su casa hasta el instituto los días en que los padres no pueden, y lo hace encima de una motocicleta. "Para mi ellos son muy especiales, mi felicidad es poder servirles y me pone muy contento trabajar con estos chicos porque son geniales", confesó.
"EN LA VIDA, SI NOS PROPONEMOS, TODO ES POSIBLE"
Roberto Rojas, es Licenciado en Psicopedagogía, recibido de la Universidad Iberoamearica, en donde le formaron para la educación inclusiva. Afirma que cuando algo se desea se debe de luchar hasta conseguir porque "querer es poder". "Hay que decir yo quiero yo puedo. Algunas veces ya no se más de donde obtener lo que falta, se termina la tiza en la escuela o en el comedor, entonces le mensajeo a las personas pidiendo y termino consiguiendo, sinceramente luchamos mucho para sacar adelante", dijo.
Tanto el profesor como sus alumnos, anhelan profundamente completar el comedor y comprar un ventilador para soportar los días calurosos. El número 0984320302 se encuentra habilitado para los ciudadanos de buen corazón que desean ayudar. "Para una persona nunca debe haber la parte negativa, querer es poder, el sueño se puede cumplir si se lucha por ello, hay que dar la oportunidad a los niños con discapacidad porque ellos forman parte importante de nuestra sociedad, no excluirles y apoyarles", finalizó.
Por Claude Samaniego